“Los extraterrestres me odian, me la tienen jurada, van a por mí”.
Ésta, más o menos, es la conclusión a la que ha llegado Radivoje Lajic, un buen hombre (supongo) de Belgrado que ha tenido la enorme suerte de ver cómo su casa ha sido alcanzada por cinco meteoritos en cinco ocasiones desde el pasado mes de noviembre. Tal y como relata en primera persona el individuo, la posibilidad de que un meteorito alcance cualquier cosa en la Tierra es mínima, así que cinco veces en apenas cinco meses es no sólo inaudito, sino que además puede vencer cualquier escepticismo sobre la existencia de vida en el espacio, como bien se puede ver.
Marcianos o venusinos armados con hondas esperando a que el bueno (supongo) de Lajic asome la cabeza para lanzarle el proyectil. Cómo si no tuvieran otra cosa que hacer los extraterrestres. No sé, abducir, poner huevos o dar sustos por ahí. Pero nada, el hombre saca sus conclusiones:
“No sé qué les habré podido hacer, pero no hay otra explicación para este fenómeno”.
Leído en Mangas Verdes
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