Schopenhauer compara lo risible a un silogismo cuya mayor fuese impecable, pero que asociada con una menor inesperada y sorprendente, da lugar a una conclusión risible.¡¡Su puta madre!!
De ahí le resulta fácil deducir en qué consiste el ingenio y la técnica del chiste: «el ingenio consiste en hallar en cada caso que se presente un concepto genérico en el cual puede ser comprendido, aun siendo la cosa de que se trata de distinta naturaleza que los demás elementos que integran el concepto». O la razón por la que los animales no ríen: sencillamente no pueden hacerlo, desde el momento que carecen de nociones
generales.
Cuando lo risible es buscado deliberadamente, nace la broma, y cuando ésta se oculta tras lo serio, tenemos la ironía, cuyo opuesto es el humorismo, en el que es lo serio lo que se oculta tras la broma. La ironía comienza en serio y acaba en risa, en tanto que el humor sigue el proceso inverso. Por otra parte, la ironía, propiamente, va dirigida contra los demás, en tanto que el humor tiene como referencia a uno mismo.
A mí particularmente hablar tan en serio de la broma me resulta irónico.
Hay quien lo hace, y yo debería, pero soy vaguete.
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